En el mes de enero de este año, estuve haciendo un viaje a la ciudad de Bogotá, acompañando a un hermano en Cristo. Nunca había manejado hasta Bogotá lo mismo que mi hermano, por lo cual acudimos a una aplicación que te guía por las carreteras, llamada WAZE; esa aplicación nos iba mostrando todo el camino, rutas, peajes, retenes de la policía, cámaras de foto multas, reductores de velocidad, menor o mayor tráfico, restaurantes, bombas de gasolina, tiempo aproximado de llegada; solo con colocarle el destino final, aparecía una flecha direccionando todos nuestros movimientos, y si por algún motivo te equivocabas, volvía a mostrarte otra ruta para que más adelante o devolviéndote retomaras el camino que habías perdido, y siguieras avanzando a tu destino final. Que aplicación más útil, llegamos como todo unos expertos hasta la puerta de la casa de nuestro destinatario.
Esto me puso a pensar , que esa es la herramienta que deberíamos tener los hijos de Dios para esta vida , una aplicación que nos diga por aquí, por allá, este si, este no, esto si, esto no, sube, baja, habla, calla; que pusiéramos desde el día de nuestra conversión como destino el Cielo y que la aplicación nos guiara, para no equivocarnos. Y por el camino ir recogiendo cada una de las promesas que nos han sido dadas; ALELUYA, esa es la vida que nos merecemos, para no sufrir tanto, para no andar en ocasiones dudosos de nuestras decisiones, para saber que vamos por el camino correcto.
Pero como Dios todo lo sabe, él pensó en eso y nos dejó más que una aplicación, más que un software , nos dejó la persona del Espíritu Santo, quien te guiará a La verdad ( A Cristo), te enseñará TODAS las cosas, quien te convencerá de Pecado, te ayudará, te dará poder y consuelo. El está aquí entre nosotros para eso, para decirnos por aquí, por allá, haz esto, esto no lo hagas, habla y lleno tu boca.. o calla. Y el destino Final que tiene marcado para cada uno de nosotros, es el Cielo, es la eternidad con Dios. El conoce los retenes, las foto multas, las vías congestionadas de la vida, los lazos del cazador, las redes de muerte, los límites de velocidad de cada etapa de nuestras vidas; y si nos salimos del camino, nos convence y guía al arrepentimiento para volver al camino; pero sucede algo, cada vez su voz es más rechazada, sus recomendaciones ignoradas, sus señales de peligro apagadas, es resistido y contristado.
Tú le ves sentido que le hagamos más caso a una aplicación que te guía aquí en la tierra, y te lleva a un destino terrenal, que al mismísimo Dios Guiándote hacia el cielo, a lo eterno. Esa es la mal llamada sabiduría humana, que es autodestructiva.
Te invito a que corras arrepentido a los pies del señor y clames perdón, por haber ignorado y rechazado la voz del Espíritu Santo, ese susurro apacible que te guía a la verdad y que no desfallece por tu alma, Hazlo el director de tu vida y confía en sus recomendaciones.
Ps. Luis Daniel Fernández Rivera.