Hay situaciones en la vida donde tenemos la oportunidad de echar para atrás, dar reversa a decisiones que hemos tomado, sin llegar a culminarlas, pero hay algunas que hacemos y después de terminarlas nos arrepentimos amargamente.

En la películas americanas de acción, cuando hay comandos o grupos armados que van a ejecutar un robo, un secuestro o un rescate y antes de ejecutar la acción, aun estando ya en el lugar de los hechos , si de repente el director o jefe de la operación detecta que algo sale mal, da la orden inmediata de abortar la operación..!!!ABORT, ABORT, ABORT, ABORT!!!, deténganse, vuelvan atrás, grita con desespero el jefe de la operación para salvar al grupo de ser  apresados o muertos.

El libro de Santiago nos muestra y describe con Claridad la dinámica del pecado, como trabaja y opera en nosotros ^12” Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. ¹³ Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; ¹⁴ sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. ¹⁵ Entonces la concupiscencia, después que ha concebido………….. DA A LUZ EL PECADO; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. ¹⁶ Amados hermanos míos, no erréis”. Santiago 1:12-16.

De manera deliberada he colocado puntos suspensivos entre la palabra concebido y dar a luz el pecado, porque es precisamente en ese momento donde tenemos la última oportunidad de abortar el pecado, de no parirlo, que no vea la luz; para que no produzca muerte. La palabra abortar significa interrumpir un embarazo o un proceso, antes que se complete.

Estoy completamente seguro que desde el primer pensamiento que se vino a nuestra mente, desde que el dardo de fuego  fue enviado y no lo apagamos con el escudo de la fe; el Espíritu santo te ha inquietado y te ha tratado de convencer del pecado, para que no le des cabida o para interrumpir el proceso, te ha tratado de guiar a la verdad (Cristo), para que no caigas en la tentación; porque los adulterios, los asesinatos, los sobornos, la corrupción y otras muchas trasgresiones no caen del cielo, no salen de la nada, NO, tienen  una dinámica marcada; las pensamos, las planeamos y preparamos  (La concupiscencia nos sedujo y embarazó) y si las ejecutamos (damos a luz el pecado), lo que verdaderamente parimos es nuestra propia muerte, despreciando los mandatos de Dios.

El pecado en nosotros siempre está en alguna de estas etapas, y vamos pasando de una a otra; es probable que no hayas resistido la tentación (No apagaste el dardo de fuego a tiempo), es probable que la simiente santa aún no ejerza su total dominio en ti (1 juan 3:9) y ya la concupiscencia haya concebido en ti (Te embarazó de muerte), PERO si aún no has consumado el pecado, ABORT, ABORT, ABORT, ABORT, INTERRUMPE EL EMBARAZO, NO DEJES QUE SE COMPLETE, DETENTE!! NO LO HAGAS, sal corriendo, arrepiéntete y clama misericordia, huye como José. Es verdad que lo pensaste, es verdad que lo planeaste; pero No lo ejecutaste;  ALELUYA! ALELUYA!. Hay esperanza de vida  y Dios es Fiel para perdonar. Por eso el mismo Santiago entendiendo esto nos enseña como vencer.. Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Decide por Dios y Aborta el Pecado

Te invito a reflexionar sobre esa situación que estás viviendo y disciernas las maquinaciones de Satanás, olfatees sus artimañas y puedas Decidir por DIOS y cumplir el verso 16 del capítulo 1 de Santiago. “AMADOS HERMANOS MIOS, NO ERREIS”

Ps. Luis Daniel Fernández Rivera.